Esta privilegiada situación de Calar de la Santa, en un lugar inigualable, de gran belleza con su entorno natural, ofrece un amplio abanico de posibilidades para grandes y pequeños. Desde buena gastronomía hasta fiesta para todos en Agosto, remanso de paz y tranquilidad para descansar, pasando por rutas de senderismo, visitas guiadas a pinturas rupestres, distintos puntos de interés cercanos, actividades de aventura, pesca, etc.
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Es un paraje de una belleza inigualable, tanto en su conjunto como en su camino de acceso. Es un lugar doblemente idóneo para visitar. Una vez por su belleza, sobre todo en invierno, ya que nos muestra su agua helada en cascadas, formando una cortina de chuzos impresionantes, a veces de varios metros y otra por el bello paisaje que encontramos en su ruta de acceso. En ella podemos ver gran cantidad de flora autóctona y única en la región y fuera de ella , como la recién descubierta enemeritoi.
El Calar de la Santa cuenta con el privilegio de poseer las huellas del pasado de los primeros pobladores de la región, en las cuevas de “La Cañaíca del Calar” y “Fuente del Sabuco” , declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Las pinturas están localizadas en el interior de un barranco de no muy difícil acceso y se reparten en varios abrigos, todos ellos cercanos al pueblo, por lo que se puede ir caminando en un tranquilo y pausado paseo.
Cuenta la leyenda que un pastor tiró una piedra a una paloma y la hirió, transformándose, para su sorpresa al caer al suelo en la virgen y para resarcirla levantó este santuario en su honor. Se quemó y volvió a ser construido en el mismo lugar. El santuario data de los siglos XVI –XVII y está enclavado en un lugar geográfico de gran belleza y tiene unas pinturas muy bien conservadas. Cuenta la leyenda que un pastor tiró una piedra a una paloma y la hirió, transformándose, para su sorpresa al caer al suelo en la virgen y para resarcirla levantó este santuario en su honor. Se quemó y volvió a ser construido en el mismo lugar. El santuario data de los siglos XVI –XVII y está enclavado en un lugar geográfico de gran belleza y tiene unas pinturas muy bien conservadas.
Es el techo de la Región de Murcia con sus 2014 metros de altura. El macizo de revolcadores es las cima más altas de la región que posee un relieve único con simas y cavidades, por lo que es muy frecuentado por excursionistas de montaña, especialmente en invierno por sus copiosas nevadas que hacen de sus paisajes nevados verdaderas maravillas naturales. Bajo sus faldas se encuentran las pedanías de Cañada de la Cruz al sur, Inazares al este y el Valle de la Rogativa al norte.
